La orgía sadomasoquista en la que fue filmado ha dañado irremediablemente su reputación. Más de 3,5 millones de personas han visto en la página de internet de The News of The World el comprometido vídeo del patrón de la fórmula 1. Pero Max Mosley se apuntó ayer una victoria jurídica capaz de cambiar el rumbo de la prensa sensacionalista británica. El Tribunal Superior de Londres condenó al dominical del grupo Murdoch a pagar el equivalente a 76.000 euros a Mosley por intromisión en su vida privada.

La publicación deberá liquidar, además, la factura de un millón de euros que ha costado el proceso. El juez David Eady rechazó el argumento del diario, que insistía en el interés público de la información.

The News of The World había asegurado que la orgía con cinco prostitutas, montada por Mosley el pasado mes de marzo en un piso del barrio londinense de Chelsea, era la simulación de los castigos en un campo de prisioneros nazi. El diario había basado su historia en un vídeo filmado secretamente por una de las prostitutas, que a última hora se echó atrás y no quiso testificar.

Cuando estalló el escándalo, Mosley, de 68 años, casado y padre de familia, decidió tirar por la vía de en medio. En lugar de esconderse, avergonzarse, pedir perdón y retirarse de la vida pública, como han hecho otros en situaciones similares, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), optó por la confrontación.

El hijo del líder fascista de los años 30, Oswald Mosley, reconoció haber participado en esa y otras sesiones de sadomasoquismo, práctica que presentó como "inofensiva", "entre adultos que consienten en ello".

El demandante negó en cambio que uniformes, latigazos y humillaciones tuvieran cualquier conexión con los nazis. Y el juez le ha dado la razón. "No veo indicios que sugieran que los participantes se estaban burlando de las víctimas del Holocausto", señala la sentencia. El interesado debía esperar que se mantuviera en el ámbito privado sus "actividades sexuales, (aunque estás sean poco convencionales)". "Hubo ataduras, golpes y dominación, que parecen habituales en la conducta sadomasoquista, pero no hubo interés público, ni cualquier otra justificación para la grabación clandestina, la publicación de la información, de las fotografías o de los extractos del vídeo colgados en la página de The News of The World ", afirma el dictamen.

ARENAS MOVEDIZAS La decisión no marca, según el juez, un precedente jurídico, ya que se contenta con aplicar la actual legislación. Sin embargo, la sentencia arrastra a la prensa británica en general y a la sensacionalista en particular a arenas cada vez más movedizas. Ya no basta que la historia publicada sobre un individuo sea verídica. Debe, además, ser de interés público, un territorio más que discutible.