Gertrude Baines, la mujer más vieja que se conocía en el mundo, murió hoy en Los Ángeles tras haber vivido el siglo XX al completo y celebrado su 115 cumpleaños con una felicitación del presidente estadounidense, Barack Obama, ha informado hoy la prensa local.

Nacida en 1894 en Shellman (Georgia), Baines mantuvo el récord mundial de edad durante ocho meses, tras la muerte en enero de la portuguesa María de Jesús, un año mayor que ella. El relevo pasa ahora a la japonesa Kama Chinen, que tras el fallecimiento de Baines es, con 114 años, la mujer más anciana del mundo, según datos del Grupo de Investigación Geriátrica del Centro Médico de la Universidad de California, en Los Ángeles.

Charles Witt, el doctor de Baines, apuntó a un ataque al corazón como causa más probable de la muerte de la anciana, aunque aún no ha obtenido los resultados de la autopsia. En su último cumpleaños, el pasado 6 de abril, Baines, que era afroamericana, recibió una carta de Obama, a quien votó en las elecciones del pasado noviembre.

DESCENDIENTE DE ESCLAVOS

En enero, cuando las cámaras se agolparon en su puerta para preguntarle por la clave de su longevidad, Baines relató la historia de su vida, desde que nació en un hogar de antiguos esclavos hasta sus últimos años en una residencia geriátrica en Los Ángeles. "Sólo Dios sabe por qué he vivido tanto. Preguntadle a él. Me he cuidado bien, como él quería", dijo a la cadena CNN.

Baines vivió la mayor parte de su vida en Ohio, donde trabajó de ama de llaves en la universidad estatal hasta que se divorció y se mudó a Los Ángeles, según la CNN.