Más que una estrella, Heath Ledger era un actor de reconocido talento y enorme potencial. Así era llorado ayer por Hollywood donde, al hablar del intérprete australiano de 28 años que fue encontrado muerto el martes en su apartamento en el Soho neoyorquino, resonaban otras historias de jóvenes promesas de trágico final como James Dean.

El mundo del cine llora una pérdida aún imposible de explicar. La autopsia de dos horas realizada ayer al cadáver no ofreció resultados concluyentes y el forense necesita entre 10 y 14 días para realizar pruebas de toxicología determinantes.

"Era una alma vieja, un maravilloso talento", declaraba el director Lasse Hallstrom, que convirtió a Ledger en Casanova. "Nos dio el regalo de compartir su bello y atrevido amor por este oficio", afirmaba James Schamus, cabeza del estudio que apoyó Brokeback Mountain .

SOBREDOSIS ACCIDENTAL La policía no descarta hipótesis pero parece inclinarse porque Ledger falleció de una sobredosis accidental. En el apartamento se encontraron somníferos y ansiolíticos prescritos por un médico. Según fuentes policiales, los agentes encontraron también un billete enrollado que está siendo analizado. Los resultados se darán a conocer hoy.

Y sus padres y su hermana, que leyeron un comunicado en Perth (Australia), insistieron en descartar un suicidio hablando de una muerte "trágica, prematura y accidental". Neil Bell, un tío de Ledger al que el actor atribuyó la inspiración para crear el personaje de Ennis del Mar, que le llevó hasta la nominación al Oscar, reiteró también que la muerte había pillado a la familia por sorpresa. "Estaba animado y estaba pasando maravillosos momentos en la película de Terry Gilliam", dijo en referencia a The imaginariun of Doctor Parnassus , un proyecto que tras concluir una parte de rodaje en Londres debía ahora en Canadá.

Otras informaciones publicadas ayer afirman que Ledger estaba sumido en una depresión desde que en septiembre se rompió su relación con Michelle Williams, la actriz con la que tuvo hace dos años a su hija, Matilda.

Tras la ruptura se mudó al loft del Soho que alquilaba por 15.800 euros al mes. E informaciones publicadas desde entonces aseguraban que se había convertido en habitual de la noche neoyorquina. El mismo había reconocido que estaba exhausto y tomaba somníferos.