Para muchos, Mujeres al borde de un ataque de nervios es una de las cimas cinematográficas de Pedro Almodóvar. A partir de abril, será un hito aún mayor y confirmará al cineasta como uno de los creadores españoles más exportables. La comedia llegará a Broadway, convertida en un musical, respaldada en la producción por el prestigioso Lincoln Center y con nombres habituales para los votantes de los premios Tony: Barlett Sher en la dirección, David Yazbeck en la partitura y Jeffrey Lane en el libreto.

Ayer, el propio Almodóvar, maravillado porque "Broadway sigue haciendo las cosas con un proceso totalmente artesanal igual que hace dos siglos", asistía personalmente a los primeros ensayos. Los nombres del elenco se mantienen en secreto. Broadway será así otra cumbre conquistada por un manchego al que Nueva York adora, como le ha demostrado otra vez este fin de semana. El sábado, Madonna le organizó una cena en un restaurante italiano del Upper East Side, y el domingo el Festival de Cine de Nueva York clausuró su edición con Los abrazos rotos y desplegó la alfombra roja para que la recorrieran él y Penélope Cruz.

Aunque desde Los Angeles dos de sus actores, Blanca Portillo y Lluís Homar, lamentaron que la Academia española no escogiera la película como candidata al Oscar, no se puede descartar que Almodóvar y Cruz vuelvan a la ceremonia. Y en un encuentro con la prensa, desempolvaron recuerdos de sus experiencias con la estatuilla. El recordó las reuniones con amigos, que querían ver el premio. Ella, ganadora por Vicky Cristina Barcelona , admitía que aún lo mira y piensa "que es de esos de juguete".