Las metas de Naomi Campbell no tienen límite. En compañía de su ex, el multimillonario dueño de Renault Flavio Briatore, ha decidido construir un hotel de superlujo con 40 apartamentos y un casino en la costa de Malindi, un santuario de tortugas exóticas en Kenia. Los grupos ecologistas ya han puesto el grito en el cielo, argumentando que la construcción pondría en peligro la subsistencia de, al menos, tres especies de tortugas.

El motivo es que estos animales ponen sus huevos en la costa de Malindi. Al salir del cascarón las crías acuden a la luz más brillante, con lo que se dirigirían al hotel, donde no sobrevivirían. Campbell y Briatore dicen que el casino emplearía a docenas de personas de la zona que actualmente no tienen ingresos.