Bolas incrustadas sobre tierra batida, huellas de zapatillas, marcas de todos los colores pintadas sobre lienzos de distintas dimensiones, alguno con las medidas reales de una pista de tenis. La singular creación titulada Art Grand Slam se ha expuesto estos días en el Tenisseum de Roland Garros y es obra de Martina Navratilova y el artista Jurak Krájic, que tuvo la idea y buscó la colaboración de la campeona para llevarla a cabo. "Todo empezó un día que acudí a primera hora de la mañana al Abierto de EEUU y vi las marcas que dejaban las bolas sobre las pistas de cemento", explica Krájic (Bratislava, 1963), fotógrafo y artista.

Navratilova cuenta que Králic le propuso la idea y que ella dudó en aceptar el proyecto. Luego cambió de idea. "¿Por qué no? Puede ser divertido , me dije, aunque nunca imaginé que nuestro trabajo alcanzaría esta dimensión. Me ha sorprendido a mí misma", explica Navratilova. La única condición que impuso fue que Krájik no repitiera la experiencia con otro tenista.

El pasado martes Navratilova y Krájik estuvieron haciendo una demostración, pintando tres telas en menos de dos horas y media. Los cuadros se han regalado a los campeones de los dobles masculinos y femeninos. El lienzo dibuja una especie de pirámide con siete colores que representan los partidos que han de ganarse para conseguir el título, y sobre ella Navratilova lanzó 127 bolas de colores, que son los partidos que se juegan en el torneo femenino del Grand Slam.