Mientras Britney Spears permanece ingresada en la planta de psiquiatría del centro médico UCLA de Los Angeles, sus padres desvelan a los medios estadounidenses algunas de las causas de la mediática tragedia de su hija.

Jamie Spears, padre de la cantante, acusa al representante y amigo de la artista, Sam Lufti (foto), de drogar a Britney para "hacerse ilegalmente" con su patrimonio. La familia ha logrado que la justicia dicte una orden de alejamiento sobre Lufti ya que, según relató Lynne Spears, madre de Britney, este "cortó la línea telefónica de casa de Britney e hizo desaparecer los cargadores de móvil. Quiere controlar todo". Lynne añadió que Lufti le relató cómo daba a Britney medicamentos para el insomnio y los desórdenes bipolares.