París es la capital indiscutible de la moda y sus museos han aprovechado esta reputación para organizar, cada vez con más frecuencia, exposiciones que rinden tributo al sector y a sus protagonistas. La iniciativa funciona, como lo demostraron este año la retrospectiva de Yves Saint Laurent, la de fotografías de Karl Lagarfeld u otra, recién estrenada, dedicada a las maletas de Louis Vuitton.

Y la tendencia sigue, con una nueva cita que los fashionistas subrayarán en su agenda. El museo de las artes decorativas de París acaba de inaugurar la exhibición Los años 1990 y 2000, historia ideal de la moda contemporánea, que se podrá visitar hasta el próximo 8 de mayo. La muestra viene a completar otra dedicada al estilismo de los 70 y 80, que la misma institución albergó a principios de este año.

El museo expone más de 150 piezas de casas de alta costura y de prestigiosos creadores independientes. Ofrece una síntesis de las colecciones más emblemáticas de las dos últimas décadas, con un recorrido flanqueado por modelos de los españoles Balenciaga y Sybilla, del francés Christian Lacroix y del tunecino Azzedine Alaïa, entre otros diseñadores.

HOMENAJE A MCQUEEN La muestra permite descifrar quienes reinaron en las pasarelas los últimos 20 años. Por ejemplo, a principios de los 90, el francés Jean Paul Gaultier, que triunfó con sus colecciones Les Rap-pieuses y Tatouages, mientras que con el final del siglo pasado llegó la consagración de los diseñadores británicos más célebres: Vivienne Westwood, John Galiano y el fallecido Alexander McQueen. El museo homenajea a este último con la proyección de su espectacular desfile para la primavera 2004, inspirado en el filme Danzad, danzad, malditos, de Sidney Pollack. En la exhibición también destacan dos corsés firmados por Dolce & Gabbana, que lucieron Madonna y Lady Gaga, respectivamente.

La exposición trata de demostrar que hay que observar la moda olvidando el tradicional cliché de superficialidad que la acompaña. Una parte del recorrido explica cómo los acontecimientos sociopolíticos de la década han influido en los diseños en los que la euforia y la extravagancia --señas de identidad de la década de los 90-- han sido sustituidas por la sobriedad y la austeridad.