En los próximos tres meses el director de cine francopolaco Roman Polanski sabrá si puede entrar en Estados Unidos, donde sigue siendo un prófugo de la justicia, acusado de la violación de una menor en 1977. El juez Scott Gordon de la Corte Suprema de Los Ángeles tiene 90 días para responder por escrito al último intento del realizador para entrar en Estados Unidos, como es su deseo. “Tiene 83 años y quiere acabar por fin con este caso”, ha reiterado su abogado, Harlan Braun, ante el tribunal californiano.

El cineasta quiere poner fin al caso de abusos sexuales a una menor que le persigue desde hace 40 años, a condición de que no sea encarcelado. Y según el portal 'TMZ', Polanski desea visitar también en Los Ángeles la tumba de su esposa, la actriz Sharon Tate, que falleció estando embarazada de ocho meses en 1969, asesinada por seguidores de la secta de Charles Manson.

Polanski fue acusado de haber mantenido relaciones sexuales en 1977 con una menor, Samantha Gailey (hoy Samantha Geimer), en la mansión del actor Jack Nicholson en Los Ángeles, durante una sesión privada de fotos para la que la menor, entonces de 13 años, posaba como modelo. Cuando le fueron presentados los cargos, Polanski aceptó declararse culpable de los hechos como condición de que solo cumpliría 42 días de condena. Sin embargo, el día antes de que fuera leída su sentencia el director de 'La semilla del diablo' (1969) se dio a la fuga y abandonó el país al recibir la información de que el juez encargado del caso, Laurence J. Rittenband, iba a condenarle a una pena de hasta 50 años de prisión que sirviera de escarmiento a una comunidad, la de los actores de Hollywood, calificada entonces de libertina.

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El abogado de Polanski ha pedido varias veces que se desclasifique una transcripción del testimonio del fiscal encargado del caso, Roger Gunson, recogido en el 2010 y que confirmaría el argumento de que el director llegó a un acuerdo firmado que le evitaría volver a la cárcel. El letrado de Polanski quiere estar seguro de que su cliente no tendrá que ir a prisión dados los 42 días servidos para su evaluación psiquiátrica durante su detención y el año que estuvo en arresto domiciliario cuando estaba en tela de juicio su extradición por parte de las autoridades suizas.

Este escándalo sexual ha marcado la vida de Polanski, que se casó en París en 1989, donde reside, con la actriz Emmanuelle Seigner. El director no ha pisado Estados Unidos desde que huyó, tampoco para recoger el Oscar al Mejor Director por 'El Pianista' en el 2003. Las autoridades estadounidenses le han recordado varias veces que no está en condiciones de negociar nada y han cursado varias peticiones de extradición, primero en Suiza y después en Polonia, que la rechazó en diciembre del año pasado.

En enero de este año y tras las voces contrarias de varios colectivos feministas, Polanski renunció a presidir los premios César del cine francés. A todo esto, la propia víctima Samantha Geimer, autora de 'The girl', donde cuenta su vida, le ha perdonado por activa y por pasiva y ha reiterado varias veces su deseo de pasar página y que sea archivado el caso.