La polémica rodeó siempre a Frank Sinatra durante su vida. Unas veces por sus excesos con el alcohol, otras por su fama de mujeriego, también por sus relaciones con la mafia y por sus escarceos con las drogas. Intentó quitarse la vida en varias ocasiones, estuvo casado cuatro veces y por su cama pasaron las mujeres más impresionantes, desde Ava Gardner, Marilyn Monroe y Grace Kelly hasta Lauren Bacall y Jackie Kennedy.

Ahora parece que la polémica también le está persiguiendo después de su muerte. Una vida tan intensa es el mejor regalo para cualquiera que se proponga llevarla al cine. Y eso es lo que está haciendo Martin Scorsese, aunque su familia no está muy contenta con el enfoque que le quiere dar el director.

Su hija Tina, productora ejecutiva, que al principio celebró la elección de Scorsese por parte de Universal, no quiere que quede en un segundo plano el legado artístico de su padre: más de 800 canciones, medio centenar de películas, 31 discos de oro, una decena de grammys y un Oscar por De aquí a la eternidad.

Aunque todavía no se sabe quién encarnará a Sinatra, son tres los nombres que suenan: Leonardo DiCaprio es el favorito de Scorsese, Tina Sinatra prefiere a George Clooney y los estudios quieren a Johnny Depp.