La voz de Max Mosley gritando en alemán resonó en el Tribunal Superior de Londres, donde se está analizando con minucioso detalle el escándalo sexual protagonizado por el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Tras Mosley pudo oírse a una mujer que en tono implorante y en inglés decía, entre ruido de golpes, "pero si somos de raza aria, somos rubias". La grabación pertenece a un primer montaje, organizado el 8 de marzo por el millonario británico. Pocas semanas después, el 28 de ese mismo mes, hubo un segundo encuentro carcelario y The News of The World publicó un artículo que llevaba por título: El jefe de la fórmula 1, en una orgía nazi con cinco prostitutas. El texto iba acompañado de fotos con mujeres vestidas de presas en un hipotético campo de concentración y de un vídeo, de gran éxito en la red.

Mosley, de 68 años, casado y con hijos, admite tener especial debilidad por las fantasías sadomasoquistas y los castigos corporales, pero niega cualquier connotación nazi en sus correrías. Por eso, el hijo del fascista inglés Oswald Mosley está pleiteando contra el dominical.

45.000 EUROS El comentario sobre la raza aria escuchado en la sala no tiene, según declaró, que ir unido a la ideología hitleriana. "Me es difícil pensar en muchas cosas menos eróticas que jugar el papel de nazi. Teníamos uniformes, teníamos parafernalia carcelera, violencia y escenas de humillación", admitió. "Las prisioneras fueron tratadas de manera humillante por personajes dominadores en uniformes militares, pero no estábamos tratando de recrear una escena histórica. Estábamos tratando de actuar como en una cárcel alemana moderna". El presidente de la FIA pagó, según se ha revelado en el tribunal, 45.000 euros por el sarao.

En su denuncia acusa a The News of The World de grave intrusión en su vida privada y pide un castigo ejemplar, mientras el rotativo insiste en que tenía legitimidad y el derecho legal a publicar la historia. "Mi mujer y yo hemos estado casados durante 48 años y llevamos juntos más de 50. Ella nunca supo de este aspecto de mi vida y el titular del periódico fue devastador", dijo.

Dos de las participantes en la orgía también negaron ayer cualquier connotación nazi. La llamada Mujer D calificó de "absurda" la alusión a un montaje fascista y "ofensivo" el que la llamaran puta. El juicio continúa.