Quizá de pequeño soñaba con convertirse en Rambo o solo pretende ser un aventurero viril. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, volvió a convocar el lunes a la prensa durante sus vacaciones para una sesión de poses más que controlada, para mostrar que es un político todoterreno y en excelente forma física. Con esto ha logrado eclipsar a su sucesor, el presidente Dmitri Medvédev, de cuyas vacaciones no hay ni rastro en la prensa.

La convocatoria tuvo lugar en Tuva (Siberia), donde Putin suele veranear. El primer ministro ruso, de 56 años, se presentó ante los flashes con un atuendo de color caqui a medio camino entre aventurero y militar, sombrero y rangers incluidos. Al cabo de un rato, Putin volvió a hacer el mismo show que ya hizo otros años: se quitó la camiseta y lució orgulloso, con el torso hinchado y la cabeza alta, sus pectorales. Durante esta sesión, el político se subió a un árbol, pescó, nadó en un lago de agua fría y montó a caballo por el campo. Solo le faltaba Indiana Jones a su lado.