Alguna vez le han susurrado al oído: "Recuerda que eres un Kennedy". Pero él ha seguido igual, haciendo bromas con cualquier excusa, yéndose de juerga adonde le invitan... Olvidando, en fin, que es nieto de Robert Kennedy y sobrino nieto del presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy. Robert Kennedy III, ese es su nombre oficial (sus amigos le llaman Bobby) es un chico de 26 años cercano y divertido, un fan de Barcelona. "He estado en Sevilla, Madrid, Dublín (mi familia es de origen irlandés), Múnich (¡uf!, la Oktoberfest), Bolonia (ahí estudié Relaciones Internacionales), Milán... Pero mi ciudad favorita es Barcelona. Es de las pocas grandes urbes que conservan un aire local y donde la diversión es absoluta. Me gusta la fiesta", explicó. Y el viernes volvió para asistir a la inauguración de la exposición L´amore non si cura , de los italianos Blue and Joy, en la galería Mayoral.

Bobby estrenará en marzo la película Ameriqua . Ha escrito el guión y es el protagonista de esta comedia, en la que encarna a un estadounidense que estudia en Italia y que, al acabar, se funde en un viaje el dinero que le dan sus padres para que busque trabajo. Su progenitor en la ficción es Alec Baldwin y Antonia Dell´Atte tiene un pequeño papel. "Está basado en mis experiencias", confiesa Bobby.

A pesar de su historia, de su familia, de su atractivo, Bobby no fue ni de lejos la estrella de la fiesta. Cuando entraron en la galería el capitán del Barça, Carles Puyol, y su novia, la modelo Malena Costa, las cámaras se fueron a por ellos. Llegaron con Demetrio Albertini. El italiano, vicepresidente de la federación italiana de fútbol, está dando sus primeros pasos como coleccionista. "Tengo la suerte de tener una casa, lo cual, en los tiempos que corren, ya es mucho, y ahí puedo guardar las obras". En su despacho de la federación tiene una de Blue and Joy sobre la final que Italia perdió contra Brasil en los penaltis en el Mundial de 1994. Coraggio , se titula.

ESTETICA DEL POP Y DEL COMIC

Albertini llamó al defensa para que viera las obras de sus compatriotas Daniele y Fabio, que así se llaman en realidad los componentes del dúo artístico que mezclan la estética del pop y del cómic. Puyol, con chupa de cuero, tejanos y camperas, no hizo fotos de las obras con el móvil (sí lo hizo la esquiva Malena Costa, que las colgó en su Twitter al momento).

Al futbolista le llamaron la atención las piezas de 700 euros, no las de 10.000; eran cuadros que mostraban a los integrantes de un equipo de fútbol. Daniele iba con él. Más que explicarle las obras, le suplicó que el Barça se dejara ganar contra el Lazio, su equipo, si coinciden en la próxima Liga de Campeones.