Cuna de glamur, divos y celebridades que brillan en las alfombras rojas de medio mundo, la industria de Hollywood, tan habituada (y retroalimentada) a escándalos y revelaciones escabrosas, mira estos días con angustia el devenir de uno de los casos más escalofriantes y turbulentos de los últimos años. Desde que Jodi Kantor y Megan Twohey denunciaran el abuso y acoso continuados del magnate y productor Harvey Weinstein, decenas de mujeres han alzado la voz en contra de una práctica demasiado extendida y arraigada en el sector.

A pesar que los focos estuvieran puestos en las periodistas de The New York Times y The New Yorker, otro actor se ha sumado al reparto de esta truculenta película con un papel sumamente protagonista. Activista, asesor político y periodista, el nombre de Satchel Ronan O'Sullivan Farrow quizá no haya abierto portadas en los periódicos internacionales, pero su rol en el destape del escándalo ha sido clave para llegar hasta donde estamos.

El escándalo Allen

Único hijo de la actriz Mia Farrow y el director Woody Allen, el vínculo de Ronan Farrow contra el machismo y el abuso sexual viene de lejos: de los tiempos en que su padre era acusado de realizar estas mismas prácticas con su hija adoptiva, Dylan. El caso salió a la luz en 1993, y fue objeto de portadas y una guerra mediática que acabó con la retirada de los cargos contra el director para "no traumatizar" a Dylan, que apenas tenía 7 años.

Por aquel entonces, Ronan Farrow fue testigo de cómo la productora de Weinstein salía en ayuda de la carrera fílmica -y por ende, la imagen- de Allen, muy deteriorada por el escándalo, produciendo su película Balas sobre Broadway (1994). El filme se convertiría en un éxito inapelable y, a partir de entonces, las ruedas de prensa y actos públicos del director neoyorquino nunca se vieron sometidos a ningún tipo de presión o queja.

Lucha contra el abuso

La inocua presentación en Cannes de Cafe Society y la dura carta que publicó Dylan Farrow -en la que aseguraba haber sido objeto de abusos sexuales- fueron demasiado para un Ronan que no podría creer lo que veía. El periodista estallaba contra la impunidad y el silencio que envolvían la figura de Allen, al que perseguían productoras y multinacionales como Amazon. "No es solo un mensaje equivocado: es peligroso. Envía un mensaje a las víctimas y a los agresores: vamos a mirar hacia otro lado", publicaba en The Hollywood Reporter.

A raíz de aquello, Farrow decidió iniciar una investigación para conocer las desagradables prácticas que envolvían a la industria del cine en EEUU, y en la que acabó llegando a su epicentro: Harvey Weinstein. Tras ser rechazado por la cadena NBC por "falta de consistencia", Farrow descubrió que dos reporteras del The New York Times iban tras el mismo objetivo. El resto es historia. La historia de un hijo que denunció y destapó a su padre y a un sistema.