A Russell Crowe (foto) se le pudo ver ayer paseando en bici por las calles de Sídney. Ahora que ha acabado de rodar Robin Hoodjunto al director Ridley Scott, filme para el que tuvo que adelgazar más de 20 kilos, el australiano parece que no quiere perder la forma. Para la ocasión se abrigó con una chaqueta (es invierno en las antípodas) y se puso el casco para evitar lesiones. Eso sí, antes de darle a los pedales, apuró las últimas caladas a un cigarrillo.