Los herederos del último rey de Italia, Humberto II, Víctor Manuel de Saboya, y su hijo, Manuel Filiberto, han pedido al Estado italiano 260 millones de euros como compensación por los daños morales sufridos al haber sido obligados a 54 años de exilio por la Constitución italiana. Así lo anunció anoche en la RAI Manuel Filiberto. Asimismo, la aristocrática familia reclama que le sean restituidos los bienes que le fueron confiscados.

Los herederos del último rey italiano aseguran que en estos años se han violado los derechos fundamentales del hombre.

El Gobierno italiano informó "de que no solo no se pagará nada a los Saboya, sino que se responderá pidiendo un resarcimiento por los daños causados por la exfamilia real a Italia".