Que al presidente francés Nicolas Sarkozy le gusta correr no es ninguna novedad. Lo que no se sabía es de dónde le salía tanta motivación. El secreto ha sido desvelado y tiene que ver con una atractiva joven que no es Carla Bruni sino Julie Imperiali, su entrenadora personal.

Sin embargo, esta vez no es un adulterio --el mandatario ha tenido una agitada vida sentimental, pues se ha casado tres veces y se ha divorciado dos, ambas por infidelidades--. Se trata, simplemente, de sexo. Imperiali, de 26 años, relató ayer, en una entrevista en el británico The Times, que le hace seguir "una vez a la semana, una gama de ejercicios que mejoran su condición física, mental, y también sexual".

El método de la joven deportista, que fue bailarina y campeona de aeróbic, se concentra en trabajar los músculos del periné, situados en la base de la pelvis. Según asegura, si esta parte del cuerpo "está en buena forma, ayuda a tener mejores relaciones sexuales ya que, en el caso contrario, puede causar eyaculaciones precoces".

MAS BENEFICIOS Otras virtudes de este tipo de entrenamiento es que aumenta la líbido, tonifica la silueta y aporta una dosis extra de energía, algo fundamental para speedy, como así llaman los ciudadanos británicos a Sarkozy por su reputación de ser incansable en su agitada vida laboral.

Imperiali, que empezó entrenando a Bruni tras su embarazo y a Sarkozy desde el momento en que la pareja inició su romance, relató a The Times que "el cuerpo del jefe del estado francés ha cambiado completamente, ya ha perdido dos tallas de pantalón", antes de confesar que "es un alumno estupendo". "Siempre está listo para el ejercicio y motivado. Además, como persona es muy agradable aunque también puede mostrarse impulsivo", añade esta entrenadora.

Si los franceses, que nunca tuvieron un presidente tan joven como Sarkozy, ya se mostraron sorprendidos por verlo practicando deporte, con estas revelaciones es muy probable que más de uno se quede con la boca abierta.