Los 38.000 ejemplares puestos a la venta el viernes en París volaron en pocas horas. Tal es el interés que ha levantado el libro titulado La femme fatale (La mujer fatal), que saca a la luz las desavenencias de la pareja más famosa del momento en Francia: la formada por la ya excandidata a la presidencia de la República, Ségolène Royal, y el primer secretario del Partido Socialista (PS), François Hollande.

La querella de los protagonistas de la obra por "invasión en la vida privada" anunciada contra las dos periodistas del diario Le Monde Raphaëlle Bacqué y Ariane Chemin, que firman el libro, ha disparado aún más el morbo de los franceses en torno a esta misteriosa y explosiva combinación de poder político y relación sentimental.

El viernes, la planta de impresión de la editorial Albin Michel trabajaba a todo gas para abastecer la demanda de las librerías francesas, donde la multitud de libros políticos publicados con motivo de las pasadas elecciones presidenciales se venden como rosquillas.

Pero, ¿qué secreto desvela La femme fatale para provocar tanta expectación? En realidad, nada que pueda ser objeto de un gran escándalo, pero algunas de las revelaciones tienen su miga. Por ejemplo que, según las autoras, Royal decidiera presentarse como candidata del Partido Socialista para las elecciones presidenciales de Francia por despecho, como consecuencia de una disputa con su pareja sentimental.

SIN ESCRUPULOS El libro de Bacqué y Chemin dibuja el perfil de una mujer que está en las antípodas de la imagen amable y sin mácula que proyecta la excandidata socialista.

La presenta como una política ambiciosa y sin escrúpulos, que no ha dudado en apartar al hombre con el que ha compartido 25 años --Royal y Hollande no están casados-- y con el que ha tenido cuatro hijos, que era además el candidato natural del partido, para presentarse ella. Hollande aparece siempre como víctima.

Uno de los capítulos más lacerantes para Hollande es el dedicado a la relación entre Royal y el atractivo filósofo Bernard- Henry Levi. Las periodistas de Le Monde aportan numerosos indicios sobre la influencia que este ejerce sobre Ségolène Royal. Si él le recomienda recogerse el pelo, al día siguiente ella aparece en un plató de televisión con la melena oculta tras un moño. Si él opina que en Francia hay una "fractura republicana", ella introduce la expresión en su próximo discurso.

IDAS Y VENIDAS El libro habla también de idas y venidas de la excandidata al apartamento que tiene en el bulevar Saint Germain este exponente de la llamada gauche caviar, al que Hollande odia profundamente. En sus artículos, Levi --casado con la artista Arielle Dombasle, cuyo espectáculo de estriptís ha causado sensación este invierno en la capital francesa-- no oculta su admiración por Royal. Las referencias a su "sorprendente frescor" y a su "largo y bonito cuello" han puesto de los nervios al primer secretario del Partido Socialista francés.

RUMORES DE SEPARACION "Está muy sola, incluido sentimentalmente", ha confesado el filósofo a un amigo, según las autoras del libro. Comentarios como este, unido a los frecuentes choques políticos y de enfoque de la campaña han disparado los rumores de separación. "Seguimos viviendo juntos", puntualiza Royal en otro libro con formato de entrevista pese a que su interlocutora no le pregunta para nada sobre la cuestión. Al parecer, Royal y Hollande siguen bajo el mismo techo, pero entre ellos saltan chispas.

La reciente difusión de un vídeo en el que se ve a la pareja discutir la noche electoral ha contribuido a alimentar la idea de que corren vientos huracanados de desunión entre Royal y Hollande.