Unas declaraciones de la actriz Sharon Stone en el festival de Cannes, que atribuían el terremoto en China a un castigo por la actitud del Ejecutivo con el Tíbet, han soliviantado al país. Como consecuencia, la cadena Cineplex, una de las mayores de China, no volverá a exhibir sus filmes. Christian Dior, que tiene un contrato para usar la imagen de la actriz en anuncios de cosméticos, los está retirando de China.