La cantante Soraya, representante de España en Eurovisión, visitó hoy el Instituto Cervantes de Moscú, donde respondió a las preguntas de los alumnos en una sala de actos repleta.

Soraya, que dijo estar "sorprendida" y muy agradecida por la cálida acogida de los moscovitas, declaró que en la vida hay que luchar por los sueños.

La artista confesó que nunca tomó clases de canto porque "la voz" ya la tenía dentro y explicó que un día la vida le sorprendió y se dio cuenta de que "había nacido para cantar".

"A veces los sueños se hacen realidad y sólo hay que luchar por lo que uno quiere en la vida. Yo quería ser cantante, no había tomado clases de canto y por mi lucha y mis ganas al final soy cantante", dijo.

Explicó, además, que comenzó a tocar el laúd y la guitarra y que cuando iba al colegio "estaba en una tuna", pero que "no era de las mejores".

Después comenzó con el piano, pero le pareció muy difícil por lo que se dijo que "lo mejor era cantar", que también tiene su dificultad, agregó, aunque para ella no tanta.

"No se puede hacer todo bien en la vida", subrayó la artista, quien dijo que a pesar de llevar sólo cuatro años cantando profesionalmente, lleva toda la vida "cantando a escondidas de todo el mundo".

Confesó, no obstante, que si no fuera cantante le gustaría tener hijos y trabajar en casa con sus niños, pero no como profesión, sino como un deseo a realizar.

"Pues te voy a decir la verdad. Si no fuera cantante, me gustaría ser mamá. Ahora mismo mi trabajo me da la vida y ocupa todo mi tiempo. Si tuviera un poquito más de tiempo, no pensaría en mi trabajo, pensaría en mi vida", respondió la artista a una de las preguntas del auditorio.

Otra de las asistentes al encuentro con Soraya, preguntó a la artista por su labor humanitaria con niños del Perú.

"Estuve diez días en la selva, en la zona más pobre de Perú, que se llama Putina", explicó la cantante, que al nombrar esa región del país andino provocó las risas de los presentes en la sala por el parecido fonético con el apellido del ex presidente y actual primer ministro ruso, Vladímir Putin.

Soraya, que se mostró fascinada por Moscú y por su gran riqueza cultural y artística, afirmó que los rusos y los españoles no son tan diferentes. Son "muy pasionales", aunque subrayó que la "ensaladilla rusa" no tiene nada que ver con la de España.

Para finalizar el encuentro con los alumnos y profesores del Instituto Cervantes, la cantante extremeña obsequió a los presentes con unas estrofas a capella de "La noche es para mí", el tema con el que compite en Eurovisión.

"Yo en el fondo soy muy rockera, aunque tengo más bien una imagen de niña buena. En realidad, yo encima del escenario no soy lo que se dice una niña buena, sino que voy con mucha fuerza", dijo Soraya, para quien también hubo sorpresas.

Una chica del público explicó que ya ha visitado tres veces la ciudad de la cantante, Valencia de Alcántara, y dijo tener amigos allí que le mandan muchos saludos.

"¡No!¡Qué fuerte!", exclamó Soraya, quien antes de dirigirse a una recepción en su honor en la residencia del embajador de España, se reservó algunos minutos para charlar y posar con sus admiradores y firmar autógrafos. EFE