Desde hace unos años, nadie piensa en música cuando piensa en Britney Spears. En lugar de invocar estribillos que se pegan como lapas o coreografías afrodisíacas, su nombre parece evocar hoy en día, sin más, la debacle. Olvidos de ropa interior en noches locas. Derroches de conducción temeraria con su hijo mayor, Sean Preston, de 23 meses, en las rodillas. Esa quijotesca lucha con un paraguas contra un todoterreno. Rufus Wainwright declaró a la revista Spin que amaba a Britney justamente por todos sus despropósitos, pero en líneas generales esta serie de escándalos tan solo ha servido para transformar a la artista, que prepara su resurrección artística a lo grande, en piñata global.

¿Pero Britney cantaba?, se deben preguntar quienes no tuvieran uso de razón en los tiempos de In the zone, su último disco, del 2003. Claro que cantaba, y aún canta, como quiere dejar claro con la edición de un nuevo disco el próximo mes de noviembre. Para ser más precisos, el 13 de noviembre: solo unos días después del primer año de la petición de divorcio de Britney a Kevin Federline; y el mismo día en que publica disco otra diva mainstream venida a menos, Céline Dion, Su Titánica Majestad.

POSIBLES TITULOS Los últimos admiradores de Britney Spears pueden pasar por www.britneyspears.com y contribuir con sus votos a decidir el título del álbum que debería redimir a su autora de los atentados al sentido común. Hay cinco nombres entre los que escoger. Algunos son bastante previsibles para un disco de regreso de los infiernos: Dignidad, Integridad, y el rencoroso ¿Y qué si la broma es sobre ti? Otra posibilidad, El chico de abajo, no dice nada. Es probable que los votantes tengan la mala sombra de escoger el título que resulta más abracadabrante de todos: Oh, Dios mío, es como Lindsay Lohan, o sea, bueno, o sea .

Quienes no puedan esperar para escuchar las nuevas aventuras en alta fidelidad de la rubia Britney tienen la opción de googlear el título del primer single de la cantante y dejarse sorprender.

El adictivo Gimme more está colgado en infinidad de sitios desde el pasado 30 de agosto, cuando la emisora estadounidense Z100 tuvo el privilegio de presentarlo en exclusiva desde su página web. Contra todo pronóstico, no es un desastre, sino una gran rodaja de pop bailable en algún lugar entre los 80 (ese ritmo casiotónico) y un futuro perfecto. Se nota la buena mano del productor Danjahandz, quien trabajó junto a Timbaland en los últimos discos de Justin Timberlake y Nelly Furtado. "Soy Britney, perra", anuncia al comienzo de su regreso. Un eslogan extraordinario para una nueva etapa que se presenta punkie, malhablada como Camacho y 200% tórrida. Hay en Gimme more versos como: "Me tienes en una postura loca / Si tienes una misión / Tienes mi permiso". La lírica calenturienta se prorroga en Cold as fire , otra pieza filtrada en internet cuya inclusión en el álbum está por asegurar.

"Pequeña leyenda, puedes mirar pero no tocar", canta la renacida Brit sobre una base con extra de ruido marciano. "Porque soy fría como el fuego, baby, y caliente como el hielo / Si alguna vez has estado en el cielo esto es el doble de bueno". Tampoco tanto, pero sí lo suficiente para que Britney merezca otra oportunidad en el universo musical.