Susan Klatten (foto), madre de familia de 46 años y heredera de la familia alemana Quandt, la mayor accionista de BMW, quedó prendada de Helg Sgarbi el 17 de agosto del 2007. Pero aquel suizo que conoció en el bar de un hotel de la ciudad austríaca de Innsbruck resultó no ser tan fascinante. Mientras duró la aventura, de ocho semanas, Klatten, que posee un patrimonio de 13.000 millones de euros, se mostró espléndida y generosa con Sgarbi.

Pero en la aventura había una tercera persona, Ernano Barretta, líder de una secta italiana a la que pertenecería Sgarbi. Barreta se encargaba de grabar los encuentros sexuales de la pareja. El 9 de octubre, Klatten decidió acabar con los encuentros. Un mes después, recibió en su casa un DVD con "imágenes explícitas". Sin importarle el escándalo, Klatten denunció a Sgarbi descubrió así que no fue la única en caer en las redes del seductor.