La actriz británica Vanessa Redgrave confesó ayer que participar en la obra de teatro The Year of Magical Thinking le ha ayudado a sobreponerse a la muerte de su hija, la también actriz Natasha Richardson, fallecida hace un año en un accidente de esquí.

En la obra, de Joan Didion, Redgrave interpretaba a una mujer que acababa de perder a su marido y a su hija, un papel que ayudó a la actriz con su propio sufrimiento tras la muerte de Richardson, que estaba casada con el también actor Liam Neeson y tenía dos hijos.

"La última representación, en la Catedral de San Juan el Divino de Nueva York me ayudó. Ahí es donde aparece la magia de una escritora extraordinaria, porque en un momento así nada puede ayudar, absolutamente nada", afirmó Redgrave en la BBC.

Según la actriz, que el domingo recibirá un premio honorífico en la gala de entrega de los Bafta, los premios del cine británico, "todos aprendemos del dolor y todos tenemos que sobreponernos a un sufrimiento terrible en algún momento de nuestras vidas".

Vanessa Redgrave es hija y nieta de actores. Su nacimiento fue anunciado por Laurence Olivier durante un montaje de Hamlet. Ha sido galardonada con un Oscar y dos Globos de oro.