Edu Soto (el Neng de Buenafuente) se siente feliz haciendo reír a la gente. Si no lo consigue se queda chafado. Y lo está demostrando, una vez más, en el rodaje de Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra . El es Mortadelo. Mejor dicho, él ha creado su propio Mortadelo. "Me he olvidado un poco de los referentes que todos tenemos del tebeo y realizo mi juego", afirma. No tiene la exagerada nariz del personaje parido por Francisco Ibáñez, pero sí unas tremendas gafas con 12,5 dioptrías. "Llevo unas lentillas que corrigen la vista. Si no, no distinguiría nada", afirma el actor. Imposible mirar sus tridimensionales ojos sin esbozar una sonrisa.

Si los rodajes tuvieran nota por el buen humor de los actores y el director, Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra --producida por On Pictures (grupo Zeta) y Ensueño Films (Antena 3)-- sacaría matrícula de honor. El agente de la TIA adicto a los disfraces ha hallado un perfecto compañero de juegos en Pepe Viyuela, que interpreta a Filemón, jefe y presunto cerebro de la pareja de detectives. Encajan perfectamente. El buen rollo se nota. Y eso a pesar del sofocante calor y la pesadilla que supone rodar una y otra vez la misma escena después de que el director, Miguel Bardem, lance el grito de guerra: "Motor, acción".

En un circo romano

Buitrago de Lozoya es un precioso pueblo ubicado en la sierra de Madrid. En su castillo --una joya del siglo XV-- tiene lugar parte del rodaje de la película, que llegará a las pantallas a principios del año que viene. El castillo hace las veces de circo romano. El argumento obliga a Mortadelo y Filemón a viajar en el tiempo hasta la época de los gladiadores --también lo harán a la Edad Media-- para salvar al planeta de una terrible sequía. En la quinta semana de la filmación, los actores hacen un alto en el camino para atender a EL PERIODICO.

Ambos se protegen del sol con enormes paraguas. Hace un calor insufrible y está prohibido ponerse moreno. Exigencias del guión y de las maquilladoras. "Estamos reescribiendo sobre la marcha. Yo no hago más que proponer cosas a mi compañero y al director. A veces me tienen que parar los pies porque soy excesivo", admite Edu Soto mientras engulle un bocadillo de calamares. "Una película no la hace solo el director", añade Bardem. El da alas a Edu y a Pepe. Una frase aquí. Una risa allá. Un tono más elevado. "La verdad es que no hay semana que no llore de risa", confiesa.

Todo está permitido para enriquecer la película. Eso sí, cuando los actores se pasan, el director les corta. Por algo es el jefe. "Les dejo que improvisen, pero hasta cierto punto", añade con una sonrisa. Para Bardem, enfrentarse a una película como Mortadelo y Filemón supone "un reto" al que se está enfrentado explotando los gags y los disfraces. "Es mi Mortadelo, el que yo siento", explica el cineasta tras hablar de la altura, la delgadez, la calva y las gafas de Edu Soto.

Al igual que el Neng, Viyuela (Chema en la serie Aída ) asegura que llevar a la gran pantalla el tebeo de Ibáñez es "un sueño". Cuando era un niño y su padre le llevaba los cómics de los agentes de la TIA no se hubiera podido ni imaginar que llegaría a ser uno de ellos. "Filemón va de sobrado, se cree listo, pero es ingenuo y algo tonto", explica Viyuela, que, por cierto, está profesional y personalmente pletórico tras ganar el premio de poesía Margarita Hierro. "Mi personaje es una buena persona, lo mismo que Mortadelo. Por eso están juntos. Les une algo especial. Harían cualquier cosa el uno por el otro", dice.

Una canción de Estopa

La vida en la cine es dura y se acaba el rato del bocadillo. Hay que retomar los bártulos y volver a la arena del circo romano de Buitrago. Mientras los soldados colocan sus armaduras y los encargados de producción empiezan a reclamar algo de silencio, Edu tiene tiempo para cantar a pleno pulmón una canción de Estopa.