Lo tenía todo. Uno de los mejores golfistas de todos los tiempos, ganador de 14 títulos del Grand Slam en su carrera, el deportista mejor pagado del planeta, el primero en alcanzar la cifra de mil millones de dólares de ganancias (más de 680 millones de euros). Había patadas entre las empresas que querían patrocinar a Tiger Woods, uno de los grandes ídolos del deporte, el que rompió barreras hasta entonces infranqueables al convertirse en el primer negro en conquistar con solo 21 años el prestigioso Masters de Augusta.

Después de muchas vueltas y una "profunda reflexión" --y de que el escándalo de sus infidelidades haya ido creciendo como una bola de nieve imparable-- Woods anunció el viernes por la noche su retirada "indefinida" del golf profesional. "Ahora necesito centrar mi atención en ser un mejor marido, un mejor padre y una mejor persona". El deportista comunicaba así, en su web, su adiós temporal a los torneos. "Puede que no sea posible reparar el daño que he causado, pero quiero intentarlo", añade.

TODO POR LA BORDA El golfista sabe muy bien que todo el trabajo de estos años podría acabar por la borda en solo cuestión de semanas. Y es que lo que empezó el 27 de noviembre como un extraño accidente a las puertas de su mansión en Florida ha terminado en uno de los últimos escándalos que salpican al mundo del deporte en EEUU. Una joven de Nueva York fue la primera en salir a la palestra y desde entonces la lista de presuntas amantes ha ido creciendo como la espuma. Ya son 13, desde camareras y relaciones públicas hasta estrellas del porno.

El ataque de celos de Elin Nordegren es comprensible y la decepción de sus seguidores, lógica, pero lo que ha quedado en evidencia es la imagen de una figura pública que presumía de carrera y se vendía como un ejemplo a seguir. Eso sí, lo ocurrido seguramente tendrá consecuencias más allá de lo personal o lo profesional. Hace días Gatorade anunciaba que retiraba del mercado una de sus populares bebidas energéticas inspirada en Woods y ayer Gillete comunicaba que limitará su papel en sus campañas publicitarias.

Sin embargo no todo son malas noticias para el bolsillo del golfista. Uno de sus patrocinadores más importantes rompía ayer una lanza a su favor: "Tiger ha formado parte de la familia Nike desde hace más de una década. Es el mejor golfista del mundo y uno de los mejores atletas de su tiempo. Tiene todo nuestro apoyo y esperamos que vuelva pronto al golf". Habrá que ver qué hacen otros de sus patrocinadores, como la consultora Accenture, la marca de relojes Tag Heuer o la empresa de videojuegos Electronic Arts.

Aunque desde la PGA mostraron ayer su apoyo a Woods --"sus prioridades están donde necesitan estar"-- no deben de estar contentos en la organización que se encarga de los principales torneos de golf de EEUU. Motivos no le faltan. Durante los meses que el número uno dejó los palos tras una operación de rodilla, los índices de audiencia de los campeonatos bajaron casi un 50%. Por eso confían en que Tiger vuelva pronto al circuito.