La vida de Farah Diba se ha visto sacudida por una nueva tragedia personal. Su hijo menor, Ali-Reza Pahlevi, de 44 años, se quitó la vida el martes disparándose un tiro en su residencia de Boston. Es el segundo vástago del Sah de Persia y la emperatriz que se suicida. Hace 10 años, la hermana pequeña del fallecido apareció muerta en una habitación de un hotel de Londres por una sobredosis de barbitúricos.

La noticia se ha conocido a través de un comunicado emitido en su página web por el hermano mayor, Reza Pahlevi, heredero de la dinastía y sucesor al trono de Irán. "Con inmenso dolor, queremos informar a nuestros compatriotas del fallecimiento del príncipe Ali-Reza Pahlevi. Al igual que millones de jóvenes iranís, él también estaba profundamente preocupado por todos los males caídos sobre su amada patria, además de llevar la carga de la pérdida de un padre y una hermana en su joven vida", indica la nota.

UN DOLOR NO SUPERADO Según apunta la familia imperial en el exilio, Ali-Reza luchó durante años para superar su dolor, sobre todo, el que le produjo la muerte de su hermana Leila, a la que estaba muy unido. Sin embargo, finalmente sucumbió y puso fin a su vida.

El hijo menor del Sah y Farah no estaba casado ni deja descendencia. Cursó estudios en las universidades de Princeton, Columbia y Harvard. En esta última universidad, realizó estudios de posgrado sobre filosofía e historia iraní antigua. Tenía 13 años cuando su padre tuvo que abandonar precipitadamente Irán, en 1979, y junto a su familia iniciar un largo exilio que lo llevó a residir en Marruecos, Bahamas, México, Estados Unidos, Panamá y Egipto, donde el Sah murió a los 60 años a causa del cáncer que padecía.

El exilio no fue fácil para los cuatro hijos del Sah y Farah Diba --Reza, Farahnaz, Ali-Reza y Leila-- especialmente para los dos menores, que arrastraron problemas psíquicos.

ENGANCHADA A LAS DROGAS Leila tenía solo 31 años cuando, el 10 de junio del 2001, se suicidó en una suite del hotel Marble Arch de Londres. Farah Diba declaró entonces que su hija, exiliada desde los 9 años, "nunca superó la muerte de su padre, al que estaba muy unida", y que no pudo soportar vivir alejada de Irán. Lo cierto es que la joven sufría anorexia y estaba enganchada a las drogas, lo que la llevó a pasar largas temporadas en clínicas de desintoxicación de Estados Unidos y Gran Bretaña. Según algunas fuentes, el hermano que acaba de quitarse la vida se implicó directamente en su curación, por lo que su fallecimiento a causa de una sobredosis le afectó profundamente.

Farah Diba, que reside en Connecticut (Estados Unidos) para estar más cerca de sus nietas, las princesas Noor, Iman y Farah, hijas de su primogénito, Reza Pahlevi, y de su mujer, Yasmine, se ha trasladado con este a Boston para hacerse cargo del cuerpo de su hijo menor. Aunque todavía no se sabe dónde será enterrado Ali-Reza, es probable que la familia opte por París, donde ya recibió sepultura Leila, y donde la emperatriz tiene otra residencia en la que acostumbra a pasar largas temporadas.