El espíritu de la princesa Diana de Gales retornó ayer a Wembley. Diez años después de su muerte, el día que hubiera cumplido 46 años, más de 60.000 personas festejaron su recuerdo con un macroconcierto organizado por los hijos, ya veinteañeros, de la princesa. Uno de los grandes amigos de Diana, Elton John, que interpretó en sus funerales una versión algo modificada de Candle in the wind, tuvo el honor de iniciar el evento.

Mientras interpretaba la balada Your song, en las pantallas del flamante estadio se proyectaban imágenes en blanco y negro de la homenajeada, realizadas por el fotógrafo Mario Testino. En medio de una gran ovación, y con un "Hola, Wembley", a modo de saludo, los príncipes Guillermo y Enrique subieron al escenario. "Este acontecimiento quiere evocar todo lo que nuestra madre amaba en la vida, la música, la danza, sus obras caritativas, su familia y sus amigos", declaró Guillermo, algo nervioso. Su hermano rindió tributo a sus compañeros del Ejército que actualmente se hallan destacados al sur de Irak. "Me hubiera gustado estar con vosotros. Siento que no sea así. Pero a vosotros y todos los que participan en las operaciones en este momento queremos deciros que os mantengáis a salvo".

Los príncipes disfrutaron de la maratoniana velada, que duró seis horas, cantando y bailando. Enrique estuvo con su novia,

Chelsy Davy, que hacía así su primera aparición en un acto relacionado con la familia real. En otro punto, más discreta, estaba Kate Middleton, que hace unos meses rompió su relación con Guillermo, aunque hay rumores de que siguen viéndose.

También estuvieron presentes las hijas de Sara Ferguson y el príncipe Andrés, Eugenia y Beatriz. El grupo favorito de Diana, Duran Duran, dedicó el tema Rio "a la memoria de la princesa favorita de este país". Viejas glorias se mezclaron con nuevas estrellas. Lilly Allen, Tom Jones, Rod Steward, Supertramp y Bryan Ferry fueron otros de los artistas que participaron en el concierto, en el que también hubo famosos del cine, como Dennis Hopper y Kiefer Sutherland.

El English Nacional Ballet, del que la princesa era patrona, puso con El lago de los cisnes un toque más clásico en lo que fue una gran fiesta, retransmitida a 140 países. El exprimer ministro Tony Blair y el expresidente de EEUU Bill Clinton se sumaron al homenaje con un vídeo.