Si en Estados Unidos se quiere realizar un juego para determinar edades se puede probar este. Se pronuncia el nombre Kristen Stewart y, sobre todo, Robert Pattinson. Si el interlocutor pone cara de póquer o es muy pequeño o es adulto. Si por el contrario estalla en suspiros, gritos y otras efusivas muestras de entusiasmo, se ha dado con un adolescente, uno de los cientos de miles que han convertido a la actriz estadounidense y al actor británico en las dos estrellas del momento. Stewart y Pattinson son los protagonistas de Twilight , la primera película que adapta la vampírica saga literaria firmada por Stephenie Meyer. De las cuatro novelas escritas por la joven autora, traducidas a 20 idiomas, entre ellas el castellano, se han vendido 17 millones de copias. Y ahora llega al cine esta historia de amor entre Isabella Swan, Bella, una adolescente, y Edward Cullen, un vampiro que controla sus sanguíneos instintos y protege a su amada. La expectación ante el estreno oficial de mañana es comparable e, incluso, supera a otros fenómenos adolescentes, desde Harry Potter hasta High School Musical, pasando por Hannah Montana .

El disco con la banda sonora es número uno en ventas. Están agotadas las entradas para los primeros pases del fin de semana y es imposible encontrar un asiento en los 500 pases nocturnos. El lunes desfilaron famosos por la alfombra roja del preestreno en Los Angeles. Allí estaban Kim Basinger, con su hija Ireland, Jamie Foxx y Ed Harris. Pero quienes desataban la pasión de los fans eran actores casi desconocidos. Hasta ahora. La furia Twilight es ya imparable. ¿Hay vacuna?