En los años setenta, Uri Geller provocó un verdadero terremoto en España al demostrar en TVE que podía doblar una cuchara frotándola con los dedos. El mentalista invitó a los espectadores del programa Directísimo, que presentaba Iñigo, a hacer lo propio en sus casas. Y la centralita de la tele se colapsó a causa de miles de llamadas de personas que aseguraban haber partido sus cucharas. Ayer, en Barcelona, volvió a repetir su hazaña (foto) ante un asombrado grupo de periodistas que asistía a la presentación de un anuncio de helados La Menorquina.

"Lo de doblar cucharas me cambió la vida", comentó Geller. El mentalista echó balones fuera cuando se le preguntó sobre sus poderes: "Prefiero que siga siendo un misterio".