Casi un mes después de la final del Mundial, los jugadores han tenido que cambiar las playas por las canchas de entrenamiento. La mayoría de los miembros de La Roja han pasado sus vacaciones en España, y pocos son los que han cruzado el charco.

Aunque no milita en las filas de la selección española, el astro argentino Lionel Messi ha tenido un verano de lo más movidito. Por ejemplo, se le pudo ver en unas tiernas imágenes junto a su novia, Antonella Rocuzzo, en Playa del Carmen (México), nadando junto a delfines. Pasó unos días en la Riviera Maya, y unos días antes, y en condición de Embajador de Unicef, visitó Haití para interesarse por los niños desfavorecidos de la isla.

Quien también ha aprovechado parte de sus vacaciones para llevar a cabo sus labores humanitarias ha sido el madridista Sergio Ramos. Tras su visita a Senegal, decidió no moverse de la Península y pasar unos días relajado en las playas de Zahara de los Atunes (Cádiz).

Los más perseguidos han sido Iker Casillas y su novia, Sara Carbonero, que pasearon por Los Angeles y San Francisco, donde cenaron en casa de Eva Longoria con Alejandro Sanz. Tras el romántico periplo por la costa oeste de EEUU, el portero se incorporó a la concentración madridista en California.

El verano futbolístico del 2010 se recordará por ser el más balear. Después de festejar en Madrid el título de campeones mundiales, Gerard Piqué fue uno de los primeros futbolistas que pisó Ibiza en compañía de varios amigos. Bailó en la emblemática discoteca Pachá y navegó en aguas de Ibiza y Formentera junto a Cesc Fàbregas.

En cambio, el último en abandonar las Baleares ha sido Fernando Torres, que el pasado lunes ya tuvo que reincorporarse a los entrenamientos del Liverpool. El suyo fue un plan mucho más familiar. Se llevó a su esposa, Olalla Domínguez, y a su hija, Nora, a Formentera.

El alma de la fiesta de La Roja, Pepe Reina, echó a mediados de julio unas partidas de golf junto a varios amigos en Palma de Mallorca antes de reencontrarse con su inseparable David Villa. Arquero y delantero pasaron unos días en Ibiza en compañía de sus mujeres, donde coincidieron con Fernando Llorente.

También en el Mediterráneo, pero en un lugar mucho más exclusivo, Porto Cervo, al norte de la isla de Cerdeña, estuvo Andrés Iniesta, el héroe de Johannesburgo. Allí pasó unas discretas vacaciones con su novia, Anna Ortiz, hasta que hace unos días les invitó Flavio Briatore a una fiesta en la discoteca Billionaire de la localidad italiana. Ahí se dio cita con otros futbolistas como Frank Lampard y Fabio Cannavaro, la modelo Valeria Mazza y, por supuesto, la esposa del anfitrión, Elisabetta Gregoraci. El 9 de agosto volverá a los entrenos.

Julio también ha sido el mes de las bodas. Dos jugadores de la selección holandesa, finalistas en el Mundial, contrajeron matrimonio. John Heitinga lo hizo en Ibiza. Otro enlace con color naranja fue el de Wesley Sneijder, que escogió la iglesia de San Giusto e Clemente en Castelnuovo Berardenga (Siena) para casarse con la presentadora Yolanthe Cabau van Kasbergen. Para poner broche a la temporada, Mikel Arteta dio el "sí, quiero" a Lorena Bernal en Mallorca.