Las infantas Leonor y Sofía se convirtieron ayer en las protagonistas de la segunda jornada de la Copa del Rey de vela. Las pequeñas fueron con su madre a buscar al príncipe Felipe al Real Club Náutico y después dieron un paseo en calesa por el centro histórico de Palma con la reina Sofía y Letizia ante la sorpresa de los lugareños y los turistas que se encontraban en la zona.

Las hijas de los príncipes de Asturias llegaron pocos minutos después de la 6 de la tarde a las instalaciones del club cogidas de la mano de su madre y andando por el paseo que conduce al club. Un centenar de fotógrafos que esperaban a Letizia y las niñas empezaron a disparar las cámaras en cuanto divisaron en la lejanía las figuras de las tres-

chicas del heredero de la corona.

Las niñas posaron con toda naturalidad y sonrieron a las cámaras. Leonor llevaba un vestido estampado en flores en tonos verdes y lilas y menorquinas moradas, mientras que Sofía lucía un trajecito beis con menorquinas de color blanco. Letizia eligió un look muy informal: blusa blanca, pantalones pirata en color caqui, un fular al cuello del mismo tono y gafas de aviador.

La Princesa saludó a los medios y al público que esperaba en la puerta del Club Náutico y se dirigió hacia el pantalán donde amarra el CAM para esperar la llegada de Felipe. Unos 10 minutos después llegó el CAM, y en cuanto las niñas vieron a su padre empezaron a gritar "¡Papi, papi!", un saludo al que Felipe respondió con gestos.

El Príncipe bajó del velero y se abrazó a sus dos pequeñas. "Se ve que es todo un padrazo", comentó una señora de mediana edad, que no paraba de pegar codazos para hacerse un hueco entre los periodistas.

Después de dar un tímido beso en los labios a Letizia, Felipe subió a las dos niñas a la embarcación para que saludaran a sus compañeros. La princesa de Asturias estuvo hablando un rato con el cantautor Jaume Anglada, miembro de la tripulación del CAM, que hoy ofrecerá su habitual concierto de la Copa del Rey, al que los Príncipes suelen acudir todos los años.

Mientras Sofía se sentaba en el regazo de su padre, Leonor correteaba por la cubierta. En un momento dado, intentó bajar del barco. Su madre le llamó la atención: "¡Eh! ¿Dónde va usted, señorita?". Y la niña se detuvo sonriendo de forma pícara.

Los Príncipes estuvieron un cuarto de hora en el velero y después se dirigieron a tomar un refresco en la zona interior del bar del náutico, donde Letizia compró chocolatinas a las niñas.

Después, Felipe acompañó a las tres hasta el paseo donde la Reina esperaba en una calesa a sus nietas y a Letizia. Y mientras el Príncipe siguió en coche hacia el Palacio de Marivent, sus tres-

chicas y su madre se subían en una calesa a la altura de la catedral de Palma y recorrían el centro histórico para dirigirse después a su residencia. En el carruaje, la Reina llevaba sobre sus piernas a Leonor, mientras Letizia hacía lo propio con Sofía.

EL ´CAM´ DEL PRINCIPE, CUARTO Aunque no todo fue tan entrañable durante la segunda jornada de regatas. El día empezó con mal pie para la prensa, que había sido convocada a las 11 de la mañana para la presentación oficial del CAM, el barco del Príncipe, pero tras esperar dos horas bajo un sol abrasador, el heredero no compareció ante los medios y embarcó en alta mar. Una decepción para los fotógrafos que quedó compensada con la visita de Leonor y Sofía al club y el posterior paseo en calesa.

Ayer solo se pudo disputar una manga de la regata por la falta de viento. El CAM quedó cuarto de la categoría IRC.