La exmodelo somalí, embajadora de la ONU contra la ablación, denunció haber sido víctima de un secuestro en Bélgica así como también de intentos de violación. Un portavoz de la policía, a la que Waris Diries acusó de tratarla "como a una prostituta", aseguró que "nunca dijo que hubiera sido víctima de nada". "Tampoco le observamos magulladuras. Si hubiera sido así, habríamos pedido un control médico", añadió el portavoz policial.