Lo habitual es que el foco de atención de la alfombra roja de cualquier acontecimiento cinematográfico sean los trajes de los artistas, pero merece la pena bajar la mirada y contemplar como visten sus pies.

En la Berlinale que se clausuró ayer, se pudo comprobar la disparidad de calzado que lucieron los actores y actrices invitados. Desde las lujosas plataformas de charol negro de la firma Chanel que calzó Lily Cole, protagonista del filme Rage junto al actor inglés Jude Law, a las pantuflas del actor Woody Harrelson.

Todo vale para una fiesta de gala. La directora Sally Potter no dudó en calzarse unas chirucas de montaña para presentarse ante la sociedad berlinesa. Espectaculares fueron las sandalias con tacones imposibles que se puso la actriz Renee Zellweger.

Los tacones rojos de Demi Moore, criticada por la organización de defensa de los animales PETA por su afición a los visones, destacaron sobre la alfombra azulada. Michelle Pfeiffer eligió unos altísimos zapatos negros de ante peep-toe (con los dedos fuera) para asistir a la gala, mientras que su acompañante, el actor británico Rupert Friend, se calzó unas camperas con cordones.