Los Mossos d'Esquadra han registrado la casa de Abdelbaki Es Satty, un personaje clave para entender cómo se ha formado en Ripoll la célula yihadista que ha cometido los atentados de la Rambla de Barcelona y de Cambrils en los que han fallecido 14 personas.

Abdelbaki Es Satty ha sido el imán de la mezquita de Ripoll desde el 2015 y hasta hace solo dos meses. Un intervalo de tiempo durante el cual también hay algunas ausencias que podría haber utilizado para viajar a Bélgica. En el 2012, . La principal hipótesis con la que trabaja la policía catalana ahora es que este hombre de 42 años, que llegó a la población gerundense en el 2015, formaría parte de la célula yihadista.

Su nombre aparece dentro de la investigación de la operación Chacal. Tenía su documentación Mohamed Mrabet Fhasi, un carnicero de Vilanova i la Geltrú, que fue condenado por la Audiencia Nacional -y más tarde absuelto por el Tribunal Supremo- por reclutar terroristas, entre ellos, a Bellil Belgacem, que en el 2003 se suicidó asesinando a 19 soldados italianos y 9 iraquíes.

La sentencia de la Audiencia, luego anulada por el Supremo, declaró probado que Mrabet ayudó a huir de España a Mohamed Belhad tras los atentados islamistas del 11-M y lo estuvo manteniendo económicamente.

En este juicio, celebrado contra varias células islamistas descubiertas a raíz de los atentados del 11-M, también se juzgó y absolvió, al retirar el fiscal su acusación, a un primo de Es Satty.

Es Satty también cumplió condena por tráfico de drogas en una cárcel de Castellón en el 2012.

Con el paso de las horas, gana enteros la posibilidad de que el imán de Ripoll fuera el líder del escuadrón que pretendía realizar una masacre en Barcelona. Se trataría de una figura religiosa decisiva para explicar por qué jóvenes aparentemente integrados de Ripoll se radicalizaron en poco tiempo.

Fuentes próximas a la investigación han revelado a este diario que lo más probable es que el imán Es Satty estuviera en la casa de Alcanar que saltó por los aires y obligó a los supervivientes a improvisar un plan B a toda velocidad. Sería el segundo cadáver hallado entre los escombros de una vivienda que los Mossos están removiendo con sumo cuidado para evitar una tercera explosión.

Los restos biológicos encontrados en estas ruinas están siendo analizados en el laboratorio de la policía científica. Los investigadores esperan que los resultados confirmen que, efectivamente, la identidad del segundo cadáver de Alcanar es la del imán -algo para lo que necesitan pruebas de ADN que tal vez hayan podido obtener en su domicilio-.