Decenas de miles de iraquís han abandonado sus hogares en busca de refugio en lugares más seguros, lejos de la violencia sectaria que se ha desatado en el país desde que unos desconocidos volaron en febrero la cúpula de la mezquita de Samarra, uno de los santuarios más venerados por los chiís. Desde entonces, más de 100.000 refugiados se han registrado en el Ministerio de Desplazados y Migración del Gobierno. Esta es la cifra oficial. La real amenaza con ser mayor.

Las autoridades y las organizaciones humanitarias proveen de comida, agua y mantas a las familias más desprotegidas, muchas de las cuales viven en edificios derruidos por la guerra en barrios donde la mayoría de la población comparte su confesión religiosa. Muchos chiís que vivían en barrios sunís se han dirigido al sur del país, mientras que los sunís amenazados por bandas chiís han optado por viajar a las provincias centrales (Anbar o Saladino).

AVISOS EN VIDEO Muchas amenazas llegan a las víctimas a través de mensajes o imágenes a los móviles, según la BBC. En uno de los vídeos, se ve cómo un suní entra en un barrio chií y es golpeado hasta caer muerto. Las imágenes van acompañadas de un texto que advierte de lo que puede pasar a los sunís que decidan entrar en un barrio chií.