La mayor ofensiva israelí en Gaza desde que el movimiento islamista Hamás tomó el control de la franja mediterránea hace dos semanas ha causado en tan sólo una mañana trece muertos -entre ellos un niño- y más de cuarenta heridos. El responsable del servicio de emergencias del hospital Shifa de la ciudad de Gaza, Moaweya Hasanein, aseguró a medios de comunicación que trece palestinos perdieron la vida y otros 45 resultaron heridos en acciones israelíes en la franja

El grueso de los ataques se centró en el barrio de Shejaeya, en el este de la ciudad de Gaza, donde a primera hora de la mañana penetraron, apoyados por helicópteros, tanques y bulldozers, que aún continúan la incursión. Allí, diez palestinos -ocho de ellos milicianos y un niño de nueve años- murieron en los enfrentamientos entre activistas palestinos y el Ejército israelí, que disparó decenas de proyectiles, algunos contra casas, según testigos, fuentes médicas y de la seguridad palestina.

"Muchas de las víctimas presentan fragmentos de disparos de tanque, que les causaron heridas graves", indicó el jefe del servicio de emergencias de este hospital, Jomaa al Saqqa. Un proyectil de tanque contra una vivienda de este barrio causó cuatro víctimas palestinas, entre ellas la del niño y un miembro del brazo armado de la Yihad Islámica.

Día sangriento

Previamente, un miembro del brazo armado de Hamás había muerto en la misma zona cuando el proyectil lanzado por un tanque cayó cerca de un grupo de milicianos. Además, dos activistas palestinos murieron y tres civiles resultaron heridos cuando un tanque israelí disparó contra un edificio, según testigos. Los dos últimos eran miembros de las "Brigadas Azedín al Kasem", brazo armado de la organización islamista Hamás, según miembros del clan familiar Helles, al que pertenecían.

Un portavoz militar aseguró que un disparo de tanque "alcanzó a un hombre armado" en el barrio de Shejaeya después de que "varios palestinos dispararan un misil antitanque contra un tanque israelí, hiriendo levemente a dos soldados". "En esta operación, el Ejército está usando principalmente armas cortas", agregó. A primera hora de la mañana, un miembro del brazo armado de la Yihad Islámica murió por un misil aire-tierra lanzado desde un avión militar israelí contra su coche que circulaba por la ciudad de Gaza. En el ataque, que el Ejército ha desmentido, también resultaron heridos tres viandantes.

Hasanein confirmó que su hospital recibió ocho muertos y 40 heridos por operaciones militares israelíes en la ciudad de Gaza. Mientras los tanques entraban en la capital, en el sur de la franja territorial otros tres palestinos -entre ellos el importante dirigente de la Yihad Islámica, Raad Fanuna, y un militante de las Brigadas de Azedín al Kasem, brazo armado de Hamás- murieron en un tiroteo con soldados israelíes que habían penetrado en el poblado de Juza, muy cerca de la frontera con Israel, según los testigos.

Un portavoz militar apuntó que durante una "operación defensiva" en el sur de Gaza los soldados israelíes "identificaron haber alcanzado" a dos de los hombres armados que habían "abierto fuego" contra ellos "con misiles antitanque y armas cortas". Allí, según testigos, los soldados israelíes han detenido a más de doscientos palestinos para interrogarlos en una base militar en la frontera con el Estado judío.

Un portavoz militar rebajó la cifra a ochenta y subrayó que los arrestados son, por lo general, liberados poco después de estos interrogatorios, que son "muy breves". La de hoy es la mayor ofensiva militar israelí desde que Hamás se hizo con el control de Gaza y sucede dos días después de que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, anunciara en la cumbre de Sharm el Sheij que propondrá a su Gobierno liberar a 250 prisioneros de Al Fatah en cárceles israelíes, y que no impedirá el suministro de bienes y alimentos a Gaza para evitar una "crisis humanitaria".

Además de los once muertos por ataques israelíes, un miembro de la fuerza ejecutiva, creada por Hamás tras su llegada al poder en marzo de 2006, murió al explotarle una bomba que trataba de desmantelar en un cuartel de los cuerpos de seguridad, según los testigos. Las reacciones a los ataques no se hicieron esperar: "Es una gran violación de la calma y un intento de generar más reacciones para mantener la espiral de violencia y justificar los crímenes y asesinatos del Ejército israelí", denunció el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil abú Rudaina.