Unos 200 inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) irrumpieron el pasado jueves en la sede del diario argentino Clarín para registrar el edificio sin previo aviso. La operación ha sido inusual por su magnitud y el vicepresidente del rotativo, Julio Cobos, la ha calificado de "intimidatoria".

Los inspectores llegaron de forma coordinada en varios camiones a la sede del diario en Buenos Aires, que también sirve de redacción para otros tres rotativos, y rodearon la manzana en medio de un gran despliegue.

Los medios locales han asegurado que la inspección fue acompañada de agresiones a directivos y campañas difamatorias en el marco del proyecto de ley de medios.

El rotativo ha informado que intentó comunicarse con la AFIP para consultar las causas de la redada, sin obtener respuesta. El dirigente de la AFIP, Ricardo Echegaray, envió una carta al diario en la que aseguró que no fue él quien ordenó el operativo.

"Nunca había ocurrido un hecho de estas características en la historia del diario", ha declarado el gerente de Comunicaciones Externas del Grupo Clarín, Martín Etchevers. "No puedo desvincular esto de todo lo que está pasando en las últimas semanas con Clarín y los demás medios de comunicación",

UNA NOTA EN PORTADA, POSIBLE MOTIVO

Según Etchevers, el motivo del masivo despliegue podría ser una nota publicada ayer en la portada del rotativo, en la que se denuncia que la ONCCA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario) entregó un subsidio a una empresa ganadera que no tenía habilitación.

"Las dudas las tenemos todos. La investigación es de un reconocido periodista que ya ha hecho otras similares y no han podido ser desmentidas en la Justicia", ha dicho Etchevers. "Lo exagerado de este operativo cuando los ataques a Clarín son cosa de todos los días", ha reiterado.

DIMENSIÓN AMENAZANTE

El Grupo Clarín emitió a última hora del jueves un comunicado en el que destacaba la "dimensión desmesurada y amenazante que revistió el operativo llevado a cabo por 200 inspectores de la AFIP en la sede del diario, y por otros 100 en compañías como Artear y Cablevisión, así como en la provincia de Córdoba".

La nota denuncia que la inspección se extendió hasta los domicilios particulares de directivos y otros altos cargos de la empresa.

El diario declara que no puede olvidar "los hechos agresivos e intimidantes que se han venido registrando en los últimos tiempos contra los medios en general y contra periodistas y directivos del Clarín en particular".