235 personas han muerto y otras 130 han resultado heridas este viernes en un atentado terrorista contra una mezquita sufí en el oeste de la ciudad de Al Arish, en el norte de la península egipcia del Sinaí, según ha informado la televisión oficial de Egipto. Se trata del atentado más mortífero de la historia reciente de Egipto. Aunque de momento ningún grupo ha reivindicado el ataque, todas las sospechas apuntan a la filial egipcia del Estado Islámico (EI). El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisí, prometió una "venganza brutal" y, horas después, aviones del Ejército iniciaron una serie de bombardeo en zonas montañosas del Sinaí.

Los autores del atentado colocaron artefactos explosivos de fabricación casera alrededor de la mezquita Al Rauda, situada en la localidad de Bear al Abd, a 40 kilómetros de Al Arish, y los hicieron detonar a la salida de los fieles del rezo del viernes, día sagrado para los musulmanes.

Según indicaron fuentes de la seguridad egipcia a la agencia Efe, tras las explosiones los terroristas dispararon a las personas que intentaban escapar del templo.

Varios testigos declararon que los asaltantes rodearon la mezquita con vehículos todoterreno e inmediatamente colocaron la bomba en el exterior del edificio.

Al Arish es la capital de la provincia Norte-Sinaí, una región donde las fuerzas de seguridad combaten desde hace tiempo a un grupo yihadista que juró lealtad al Estado Islámico (EI).

Este grupo insurgente, el más activo en Egipto, se denomina Wilayat Sinai (Provincia del Sinaí). Inicialmente conocido como Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de Jerusalén), opera en la península del Sinaí desde el 2011. A partir del 2013, tras la destitución en un golpe de Estado del presidente islamista electo, Mohamed Mursi, pasó a atacar de forma regular a las fuerzas de seguridad y numerosos policías y soldados perfieron la vida. En noviembre del 2014 cambió su nombre al actual (Provincia del Sinaí), proclamó su lealtad al Estado Islámico y se convirtió a todos los efectos en su rama egipcia. Y en el 2015 incrementó sus ataques al Ejército a un nivel y con una complejidad que daban a entender una estrecha coordinaciónb con el liderazgo del Estado Islámico en Siria.

Aunque la mayoría de sus ataques se centran en el Sinaí, células de Provincia del Sinaí han perpetrado también atentados en otras zonas, incluido El Cairo y Gaza.

El norte del Sinaí se encuentra bajo el estado de emergencia desde octubre del 2014, cuando 33 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en un atentado reivindicado por Ansar Beit al Maqdis.

De momento ningún grupo ha reivindicado el atentado de este viernes, pero todas las sospechas recaen en esta rama egipcia del EI.

La mezquita de Al Rauda era frecuentada por personas adeptas al sufismo, una corriente mística del Islam que el EI considera herética y contra la que llama a combatir. Entre los fieles que se encontraban en la mezquita había también reclutas del Ejército egipcio, según han indicado fuentes médicas en Al Arish.

Las ambulancias acudieron rápidamente al lugar de los hechos, mientras que las fuerzas de seguridad egipcias perseguían a los atacantes. Fuentes de la seguridad indicaron, sin ofrecer más detalles al respecto, que las primeras ambulancias que llegaron a la zona del atentado también fueron atacadas.

Los heridos han sido trasladados a diferentes hospitales en Al Arish y otros al Hospital Instituto Naser, en El Cairo.

La Fiscalía General, en un comunicado, ha señalado que se ha ordenado a las fiscalías de la Seguridad del Estado y de Ismailiya (norte) que inicien investigaciones de manera urgente para esclarecer el ataque. También ha ordenado que no se inhumen los cadáveres y los trasladen al centro médico más cercano, según a señalado la televisión egipcia.

El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, convocó una reunión de urgencia con el Consejo de Defensa Nacional para discutir la respuesta al ataque. Al Sisi ha declarado tres días de luto nacional por las víctimas del atentado.