Unas 3.000 personas, hombres, mujeres y niños, se apelotonan hoy fuera de la casa de la líder del movimiento democrático birmano, Aung San Suu Kyi, para pedir a la Nobel de la Paz que salga a la puerta. El llamamiento se produce después de que Suu Kyi, de 65 años, haya quedado en libertad tras cumplir una pena de 18 meses de arresto domiciliario.