Alrededor de 3.000 personas permanecen secuestradas actualmente en Colombia. Pero la responsabilidad no es exclusiva de las FARC. El grupo guerrillero sería autor de un poco más de la mitad de los casos. El resto se atribuye a grupos paramilitares de extrema derecha, a la otra guerrilla izquierdista, el ELN y, en menor medida, a la delincuencia común. Los secuestros de carácter político, de los que Ingrid Betancourt es el máximo exponente, son minoría. La extorsión económica es el principal móvil de este delito.