"Estamos bien en el refugio los 33". La esquela, de carácter telegráfico, conmocionó a un Chile que esperaba el prodigio. Y ha sucedido. Los 33 trabajadores atrapados en una mina del norte se encuentran aún con vida tras 17 días de encierro en las profundidades de la tierra. La palabra "milagro" comenzó a sonar ayer, domingo, en boca de todos.

"Muchas noches soñé con un día como este, soñé con esta explosión de alegría", dijo el presidente, Sebastían Piñera, al dar a conocer la noticia. Piñera anunció la inminente llegada de la máquina que permitirá "el rescate final" que, según las autoridades, recién tendría lugar en tres meses.

PRUEBA DE VIDA

Los mineros del yacimiento San José enviaron una prueba de vida por una de las sondas que realiza las labores de rescate. Un operario encontró el mensaje escrito con lápiz rojo que alumbró otra vez la ilusión de sacarlos con vida.

Las tragedias naturales, como el terremoto de fines de febrero, y otros tipos de desastre suelen suspender en Chile las duras querellas políticas. El país ha seguido pendiente la historia de los que ya se llaman "los 33". "Hoy día ha sido uno de los días más emocionantes de la historia del país", dijo la senadora Isabel Allende, al comentar las novedades que, minutos antes, había dado a conocer el presidente.

BUEN ESTADO FÍSICO

"Yo los pude ver con mis propios ojos a través de las cámaras de vídeos. Agitaban sus brazos, estaban todavía con sus lámparas prendidas y aparentemente en buen estado físico", los describió Piñera. "Ellos se acercaban a la cámara con sus rostros y las ponían como los niños cuando se acercan a una cámara de video". Los trabajadores, detalló, tenían "los torsos desnudos, porque debe de hacer calor". A pesar de las enormes adversidades, estaban "con ánimo, con fuerza, lo cual me dio mucha alegría y mucha fe de que esta operación va a terminar bien".