Seis soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión militar de la OTAN, murieron hoy en varios ataques en el este y el sur de Afganistán, informó la organización. Cuatro de ellos perdieron la vida por la explosión de un artefacto explosivo en una zona sin identificar del sur del país, según la ISAF. La OTAN informó también de la muerte de un militar a causa del estallido de otra bomba caminera en el sur afgano. Otro soldado falleció en un ataque insurgente en el este afgano, de acuerdo con la OTAN, que no ofreció más detalles sobre estos sucesos. "La política de la ISAF es poner en manos de las autoridades nacionales pertinentes los procedimientos de identificación", afirmó la organización. El pasado mes de junio registró el mayor número de víctimas de las tropas internacionales desplegadas en Afganistán desde el inicio de la guerra en 2001, con un total de 102 bajas, según datos del portal independiente icasualties.org. La mayoría de las víctimas de la ISAF se producen en el arco suroriental afgano, fronterizo con Pakistán, donde predomina la etnia pastún, de la que proceden tradicionalmente los insurgentes talibanes. En esas áreas son frecuentes tanto las emboscadas contra patrullas de tropas extranjeras como el recurso de los insurgentes a situar bombas camineras en las vías más transitadas, algo que se ha convertido en el arma más letal usada por los integristas. Con unos 150.000 soldados desplegados en Afganistán, la ISAF asume el reto de debilitar a los insurgentes antes de julio de 2011, la fecha marcada por el presidente de EEUU, Barack Obama, para el inicio de la retirada militar.