Según Raúl Castro, solo hay un "comandante en jefe" de la Revolución, su hermano Fidel, y "únicamente" el Partido Comunista "puede ser el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder". Si es cierto que la maquinaria de la sucesión se ha echado a andar, siete dirigentes del partido gobernante son vistos como posibles integrantes de una dirección colectiva en el posfidelismo .