Ocho adolescentes murieron esta madrugada a causa de un incendio en un centro de rehabilitación de menores delincuentes en la sureña ciudad chilena de Puerto Montt, informaron fuentes policiales. Las víctimas, de entre 14 y 17 años, murieron asfixiadas por el humo del incendio que ellos mismos provocaron tras amotinarse, dijeron las fuentes y autoridades de Puerto Montt, capital de la región de Los Lagos, a 1.000 kilómetros de Santiago.

La presidenta, Michelle Bachelet, dijo que lo sucedido es "una tragedia que enluta al país" e indicó que el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, ya inició una investigación para "aclarar los hechos y determinar responsabilidades". El Gobierno "lamenta extraordinariamente esta tragedia", dijo Bachelet, que agregó que "resulta extremadamente doloroso tener que lamentar el fallecimiento de jóvenes que debieran estar en otra cosa, enfrentando los desafíos de la maduración, de la adolescencia y de la juventud".

La mandataria hizo los comentarios al participar en un acto de aniversario del sistema chileno de protección social. Otros dos jóvenes resultaron heridos, uno de ellos grave, y varios más con principio de asfixia, según informaron fuentes del hospital de Puerto Montt, al que fueron trasladados. El fuego se inició hacia la medianoche (03:00 GMT de hoy) y afectó al Centro de Rehabilitación "Tiempo de Crecer", de esa localidad, dependiente del estatal Servicio Nacional de Menores (Sename).

Según Filomena Rebolledo, coordinadora del centro, los adolescentes se amotinaron en protesta por las malas condiciones del recinto y, pese a que ella dialogó con ellos por más de media hora, se negaron a deponer su actitud. En declaraciones a Televisión Nacional, Rebolledo dijo que los jóvenes procedieron a quemar sus colchones tras bloquear con sillones de hierro los accesos a los dormitorios.

También Ledi Barría, secretaria regional de Justicia, aseguró que los menores "murieron asfixiados por el humo a raíz de un foco de fuego que ellos mismos iniciaron en la sección donde se encontraban". "Se dio cuenta a la guardia de Gendarmería (Servicio de Prisiones) para que entraran, pero el problema es que estos jóvenes bloquearon la entrada", afirmó Barría en declaraciones a radio Cooperativa. Durante y después del incendio, numerosos familiares de los internos se congregaron en las afueras del recinto en demanda de alguna información sobre el estado de sus hijos y parientes.