Los ciudadanos europeos tienen una escasísima confianza en sus políticos y el 78% considera que la corrupción constituye un grave problema en su país. Los ciudadanos españoles son más críticos que la media europea, y el 88% considera que la corrupción representa un grave problema en España. Este es el preocupante resultado del sondeo realizado por la Comisión Europea entre los 27 estados de la UE en los meses de septiembre y octubre.

La situación, además, ha empeorado respecto a hace dos años, con un retroceso de la confianza de 3 puntos porcentuales en el conjunto de la UE. Las instituciones europeas no escapan a esa desconfianza y el 76% de los ciudadanos piensan que existe corrupción en las mismas, con una caída de confianza de 10 puntos en dos años.

CAIDA DE CINCO PUNTOS En España, la caída de confianza es de 5 puntos respecto al 2007. El 91% de los españoles están, además, convencidos de que hay corrupción a nivel de la Administración estatal y el 89% piensa que también hay corrupción a nivel autonómico y local.

El 82% de los españoles consideran que las sentencias de los tribunales en casos de corrupción son demasiado leves (7 puntos más que la media europea). El 63% de los españoles critican que no haya una persecución judicial eficaz de la corrupción y los sobornos y el 76% afirma que el Gobierno no hace lo suficiente para combatir la corrupción.

El Estado miembro peor valorado de entre los Veintisiete es Grecia, donde el 98% de sus ciudadanos consideran que la corrupción constituye un grave problema en el país. En el lado opuesto, Dinamarca es el país con menos ciudadanos que piensan que la corrupción es un problema nacional: solo el 22%.