Las fuerzas de seguridad rusas abatieron hoy al número dos de la guerrilla islámica del Cáucaso y organizador de los atentados de marzo pasado contra el metro de Moscú, que causaron 40 muertos y un centenar de heridos. "Hemos logrado liquidar a Magomed-Ali Vagarov, el organizador de las explosiones cometidas por mujeres terroristas suicidas en el metro de Moscú" el 29 de marzo, informó hoy el Comité Nacional Antiterrorista (CNA) de Rusia a las agencias locales.

Vagarov fue abatido junto a otros cuatro guerrilleros en una casa abandonada de la localidad de Gunib, en la república norcaucásica rusa de Daguestán (vecina de Chechenia), en la que se había refugiado. "Los rebeldes ofrecieron resistencia y abrieron fuego contra las fuerzas del orden. En la casa se declaró un incendio. Como resultado, tras un breve intercambio de disparos los guerrilleros resultaron liquidados", añadió el CNA. La operación especial fue organizada por el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), principal órgano antiterrorista y que ha sido duramente criticado en los últimos meses por su ineficacia en la lucha contra la guerrilla.

Vagarov, considerado el jefe de la guerrilla daguestaní, se encontraba en busca y captura internacional desde hace varios años, pero hasta ahora había logrado burlar el cerco del FSB. "Hace mucho tiempo que lo perseguíamos, pero durante los últimos dos años siempre lograba escabullirse. Era un terrorista muy astuto", señaló una fuente oficial a la agencia Interfax.

Desde los atentados contra el metro de Moscú, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha promulgado una ley para endurecer las penas de cárcel por terrorismo y ha ordenado al FSB que redoble los esfuerzos para capturar o eliminar a los guerrilleros que se nieguen a deponer las armas. El ataque contra el metro supuso un duro golpe para la política antiterrorista del Kremlin, ya que, como se supo después, las autoridades disponían de información sobre los planes de la guerrilla de perpetrar atentados suicidas con bomba en Moscú, pero fueron incapaces de prevenirlos.

El FSB ha centrado sus pesquisas en localizar a grupos de viudas negras -madres, esposas, hermanas o hijas de guerrilleros abatidos por los servicios secretos- que deciden vengarse convirtiéndose en terroristas suicidas. De hecho, Vagarov se dedicaba a reclutar jóvenes para combatir contra las fuerzas de seguridad federales y a adiestrar personalmente a mujeres suicidas. Vagarov se casó clandestinamente con una maestra de Daguestán, Mariam Sharípova, quien perpetró el 29 de marzo en hora punta uno de los dos atentados suicidas en el metropolitano moscovita.

Sharípova, cuyo cuerpo fue reconocido posteriormente por sus padres, detonó la bomba que llevaba adherida a su cuerpo en la estación de Lubyanka, frente a la sede del FSB. La otra terrorista, Dzhanet Abdurajmánova (Abdulláyeva), viuda de Umalat Magomédov (Al Bar), líder de la guerrilla de Daguestán que fue abatido por la policía el 31 de diciembre pasado, se suicidó en la estación de Park Kultury.

Ambas mujeres eran subordinadas del líder islamista de Chechenia y "emir" del Cáucaso, Dokú Umárov, quien reivindicó los ataques terroristas en la capital rusa y prometió extender la guerra por todo el país. Vagarov, que organizó en los últimos años numerosos atentados y actos subversivos contra comisarías de policía, infraestructuras de transporte y convoyes federales, era el número dos de Umárov, según el CNA.

"Tras ser entrenado en actividades de combate en Pakistán, Vagarov mantenía contacto directo con representantes de organizaciones terroristas internacionales, de las que recibía financiación para sus atentados", apuntó el CNA. Las fuerzas de seguridad rusas, que han logrado descabezar en los últimos años a la guerrilla chechena al abatir a sus principales líderes, calificaron de "éxito" la eliminación del guerrillero daguestaní. Recientemente, Umárov anunció en un vídeo colgado en YouTube que abandonaba el mando de la guerrilla islámica de Chechenia y del Cáucaso Norte ruso por motivos de salud.

No obstante, días después se retractó y aseguró que seguiría comandando las operaciones de la guerrilla islámica en el Emirato del Cáucaso, lo que disparó los rumores sobre los problemas de liderazgo entre los rebeldes. Desde que Rusia pusiera fin en 2009 a la operación antiterrorista en Chechenia, donde el presidente republicano, Ramzán Kadírov, ha impuesto un férreo estado policial, la situación no ha dejado de empeorar en las repúblicas vecinas de Daguestán e Ingushetia.