El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás (alias Abú Mazen ), amenazó ayer veladamente con disolver el Gobierno de Hamás si continúa el bloqueo político. Abbás, que se entrevistó en Ramalá con la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, de gira por la región, apostó por un nuevo Ejecutivo que respete todos los acuerdos israelo-palestinos ya suscritos.

La Constitución de la ANP concede al presidente el poder de decretar el estado de emergencia, disolver el Gobierno, y nombrar por un mes un nuevo Ejecutivo sin necesidad de que sea aprobado por el Parlamento. "El programa de todo Gobierno palestino debe apoyarse en la legalidad palestina, árabe e internacional y respetar plenamente los acuerdos firmados por la ANP, la OLP y otras partes", dijo Abbás.

Hasta ahora el presidente de la ANP y Hamás han sido incapaces de alcanzar un acuerdo para formar un Gobierno de unidad nacional, entre otras cosas, porque Abbás exige a los islamistas, que llegaron al poder tras vencer en las elecciones democráticas del pasado mes de enero, que reconozcan al Estado de Israel.

Abbás fue muy claro ayer al afirmar: "Ahora ya no hay diálogo con Hamás". Además acusó a los islamistas de haber "roto" el acuerdo preliminar para crear un Gobierno de coalición alcanzado el pasado 11 de septiembre. "Ya he dicho que el acuerdo no es válido y que lo que hay que hacer es empezar de cero", dijo.

APOYO DE EEUU Rice, por su parte, reiteró el apoyo de Washington al presidente palestino y mostró su preocupación por la situación económica que padece la sociedad palestina, provocada por el bloqueo financiero impuesto a Hamás por Israel, EEUU y la Unión Europea, que califican de terrorista al movimiento islamista.

Los enfrentamientos protagonizados estos últimos días por los milicianos de Al Fatá, fieles al presidente palestino, y las fuerzas de seguridad de Hamás se cobraron ayer otra víctima mortal. Unos encapuchados abatieron a tiros a un dirigente de Hamás en Cisjordania, Mohamed Odeh.

El asesinato se produjo tan solo un día después de que las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatá, condenara a muerte a tres dirigentes de Hamás.