Representantes egipcios y de las dos principales facciones palestinas --Hamás y Al Fatá-- rechazaron ayer el despliegue de tropas internacionales en la frontera entre Gaza y Egipto para impedir la entrada ilegal de armamento en la franja. El establecimiento de mecanismos que pongan límite a este tráfico transfronterizo que permite a Hamás aprovisionarse de cohetes con los que ataca el sur de Israel constituye una de las principales exigencias de Tel-Aviv para declarar una tregua y poner fin a las operaciones militares en el diminuto territorio palestino.

Tras reunirse en El Cairo con el presidente palestino, Mahmud Abbás, el ministro de Exteriores egipcio, Ahmed Abul Gheit, declaró que nadie estaba "hablando acerca de tropas en Egipto; estamos hablando acerca de medidas y mecanismos". "No habrá tropas internacionales de ninguna clase en el lado egipcio de la frontera", añadió.

Egipto ya cuenta con la presencia de fuerzas internacionales en su territorio, despliegue contemplado en el tratado de paz firmado con el Estado hebreo en 1979. Israel, por su parte, reclama la presencia de tropas internacionales en la frontera egipcia y rechaza el despliegue militar en su frontera con Gaza y dentro de la franja.

POSTURA IDENTICA Idéntica postura verbalizó el presidente palestino, cuyo movimiento (Al Fatá) fue expulsado de Gaza por la fuerza en el 2007. "Queremos una presencia internacional en la franja, y no en la frontera entre Egipto y Gaza", dijo.

Por contra, Mohamed Nazzal, portavoz de Hamás, recurrió a los micrófonos de Al Jazira para rechazar la entrada de tropas extranjeras en el territorio, y dio a entender que su movimiento, en el poder en Gaza, solo autorizaría el despliegue de "observadores". "No podemos aceptar fuerzas internacionales en la franja de Gaza porque dicha presencia sería para la protección de los israelís, y no para la protección del pueblo palestino".

Estas declaraciones constituyen la respuesta al borrador de un plan publicado ayer por el rotativo británico The Times para poner fin a las hostilidades en Gaza, que supondría el retorno nominal de la Autoridad Nacional Palestina a la franja y el despliegue de observadores militares franceses y turcos en un triángulo junto al puesto fronterizo de Rafá.

Una posible solución la dio el ministro de Exteriores alemán, Frank-Water Steinmeier, quien también se encontraba de visita en Egipto para estudiar los mecanismos para frenar el contrabando de armamento en el límite fronterizo con Gaza. "Hemos acordado que un grupo de Alemania viajará hasta Egipto para ver cómo puede ayudar a equipar a la policía egipcia y entrenarla", aseguró.