Gerry Adams, líder del Sinn Féin, inició ayer la campaña para las elecciones generales británicas instando al IRA a abandonar la lucha armada. Rodeado de los principales dirigentes del partido, Adams leyó ante la prensa en Belfast una declaración en la que pide "a los soldados voluntarios del Ejército Republicano Irlandés" que "se unan y acepten plenamente" las vías democráticas para lograr sus propósitos. El llamamiento es el más directo de los lanzados desde el Sinn Féin, brazo político de la banda, pidiendo el cese de toda actividad delictiva.

"En el pasado he defendido el derecho del IRA a la lucha armada. Lo hice porque no había otra alternativa para aquellos que no querían arrodillarse o desviar su mirada de la opresión. Ahora sí hay otra alternativa", señaló.

HORAS BAJAS El movimiento republicano vive horas bajas tras el asesinato en enero del católico Robert McCartney y el robo de un banco en Belfast un mes antes. Ambos sucesos, atribuidos al IRA, han provocado una ola de repudio internacional. El pasado marzo, durante las celebraciones del Día de San Patricio, Adams fue marginado por la Casa Blanca, la familia Kennedy y otras personalidades en EEUU, que se desvivieron por atender a las hermanas de McCartney.

La campaña de Paula, Catherine y Gemma ha mostrado al mundo los comportamientos mafiosos que sigue empleando el IRA en Irlanda del Norte. Ayer, fueron recibidas por el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, al que pidieron justicia y ayuda financiera.

El llamamiento del Sinn Féin fue recibido con no pocas suspicacias por quienes vieron en la declaración un intento de atraer al electorado católico moderado, que condena la violencia. Desde el Partido Democrático Unionista (DUP), se acusó a Adams de "oportunismo electoralista". "El DUP no volverá a la mesa negociadora", declaró Ian Paisley.