Responsables políticos y militares británicos advirtieron hoy de que la filtración de decenas de miles de documentos secretos sobre la guerra en Afganistán podría poner en peligro la seguridad de sus tropas en el país asiático. La secretaria de Estado de Seguridad y ex presidenta del Comité Conjunto de Inteligencia del Reino Unido, Pauline Neville-Jones, describió la filtración a través de Wikileaks como "un asunto realmente serio" y subrayó que "todos los Gobiernos tienen que ser extremadamente conscientes de la vulnerabilidad de sus sistemas".

"No sabemos cómo han conseguido ese material. Puede ser una combinación de filtración de documentos, pero uno también sospecha con fuerza que han entrado en los sistemas", afirmó la responsable británica de Seguridad en unas declaraciones a la BBC. Wikileaks obtuvo 91.000 documentos militares estadounidenses que ofrecen una nueva visión sobre las operaciones en Afganistán entre enero de 2004 y diciembre de 2009, que no deja en buen lugar a las fuerzas aliadas que ocupan el país asiático desde el 2001.

Los documentos revelan nuevos detalles sobre muertes de civiles, la existencia de fuerzas secretas especiales dedicadas a "cazar" a dirigentes insurgentes y la preocupación de que los servicios paquistaníes de inteligencia podían estar ayudando a los talibanes. "Esta es una historia grande, muy grande, pero si te paras a pensar en ella durante un momento, te das cuenta de que hay que asegurar los sistemas militares porque está en juego la vida de las personas", añadió la responsable política británica.

También antiguos responsables de la misión británica en Afganistán advirtieron de que la información conocida podría comprometer la seguridad de las operaciones. El coronel Stuart Tootal, que dirigió el tercer batallón del regimiento de paracaidistas en la sureña provincia de Helmand en 2006, coincidió con Neville-Jones en que estas informaciones "podrían tener un impacto en la seguridad de nuestros soldados".

"Esto va a ser interpretado como más noticias negativas procedentes de Afganistán", declaró a la BBC Tootal, quien aseguró que "nada de lo que hay en estos informes es nuevo" y que "ha habido cambios significativos sobre el terreno" en los últimos tiempos. El coronel Richard Kemp, otro de los ex altos mandos británicos en Afganistán, también declaró a la cadena pública que los datos filtrados "son potencialmente perjudiciales para la seguridad operacional" y pidió a la opinión pública que sea comprensiva a la hora de "entender lo difícil que es" la misión en aquel país.

Tres publicaciones -"The Guardian", "The New York Times" y "Der Spiegel"- publicaron hoy detalles de las filtraciones y Wikileaks puso en la red 75.000 documentos a disposición del público a través de la página http://wardiary.wikileaks.org. Wikileaks informó de que está retrasando la publicación de los restantes documentos como parte de "un proceso para minimizar los daños", pero que los dará a conocer igualmente, una vez que la situación de seguridad en Afganistán lo permita.

Un portavoz del Ministerio británico de Defensa declaró que "ha sido imposible corroborar los datos en un plazo de tiempo tan breve" y que "sería inapropiado especular sobre casos específicos sin tener una verificación más completa de las acciones en cuestión". "Reducir el riesgo para los civiles locales siempre ha sido una parte esencial de la planificación de todas las operaciones militares llevadas a cabo por fuerzas del Reino Unido", añadió.

Un portavoz de Downing Street se limitó a manifestar que "lamentamos la difusión no autorizada de material clasificado" y añadió que "no habrá comentarios sobre documentos filtrados". El fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, dijo en una entrevista al diario "The Guardian" que la filtración es un ejercicio de "buen periodismo", que "permitirá mostrar la auténtica naturaleza de esta guerra y que la gente en Afganistán y otros países pueda ver realmente qué está pasando". Assange tiene previsto comparecer hoy ante la prensa en Londres para ofrecer más detalles sobre la filtración y sus consecuencias.